Este es un ritual anual de mi clase en la universidad de Columbia. A continuación veremos las respuestas de los alumnos en este 2022. El curso que enseño en la universidad está pensado para adquirir valores de diseño multiplataforma y de storytelling (narrativas digitales). Este será el onceavo año consecutivo que estoy al frente de estas enseñanzas, ayudando a los alumnos a través de todo el proceso con el que identificamos a la historia como el elemento más preponderante, para luego abordar las estrategias de diferenciación de consumo de historias en diversas plataformas.
Hoy, contenido y forma, están en las más altas consideraciones para un periodista. El término multiplataforma es hoy la esencia del ecosistema periodístico: preparamos contenido para varias plataformas: móvil, digital, impreso, etc.
El curso que enseño toma 16 semanas e incluye únicamente una semana sobre discusión de lo impreso y su rol en nuestro mundo móvil. Empiezo con la actividad para que los alumnos escriban una historia breve sobre su relación con lo impreso, sea cual sea la misma.
«Quiero respuestas honestas», les dije a mis estudiantes la semana pasada mientras se preparaban para esta tarea. «No he visto ni una sola copia de una revista, diario o libro en sus escritorios en todo el semestre, así que ya me hice alguna idea de lo que pueden responder. Aunque no juzgaré de antemano y leeré con una mente abierta: ¿Leen diarios o revistas impresas? ¿Tienen libros impresos en sus casas? ¿Cuándo fue la última vez que tuvieron contacto con la tinta y el papel? Mis estudiantes están aquí para obtener el Master en periodismo y lo recibirán una vez terminen su graduación en Mayo del 2022. El promedio de edad oscila los 23 años.
Cualquier información que consuma, ya sea las noticias, sobre educación o entretenimiento, lo hago por plataformas digitales. Ocasionalmente trato de tener un libro físico o un diario como para cambiar de escenario. Para mi, tener un producto impreso se siente incómodo y a veces olvido hasta de dónde los puse. – James
No leo ediciones impresas, leo las noticias en plataformas digitales como mi celular o laptop, porque es mas conveniente y cómodo para mí. Leer las noticias en el celular hace el trabajo más fácil cuando quiero leer más de un articulo, busco el título o simplemente me redirijo a la página anterior sin la necesidad de pasar de página en papel. No estoy suscrito a ningún diario o revista, en el futuro tal vez lo haga. – Kaye
Estaba acostumbrada a usar revistas para hacer collages, y cuando empecé a leerles, traté de crear mi propia construcción de papeles y dibujos. Mi relación con lo impreso se basa en lo sentimental; no tengo realmente experiencia alguna con el medio en lo que respecta a lo demás, pero fui un consumidor que invirtió mucho. – Amira W.
La mayoría de mi consumo viene de tres fuentes distintas – televisión, medios online (a través de mi computadora) y medios sociales – Los links que mis amigos y familiares me envían son usualmente por Whatsapp, Twitter e inclusive Instagram. Diría que rara vez leo en impreso. Inclusive con la edición The New York Times del domingo, cuando alguna vez lo consigo, usualmente paso directamente al crucigrama cuando ninguna noticia llama mi atención. Sin embargo, me encuentro alguna vez leyendo revistas. Especialmente cuando sé que voy a tener un montón de tiempo libre al no tener un dispositivo móvil para leer, como en un vuelo o en la pileta o la playa, siempre elijo una revista, usualmente el New Yorker, o The Economist. Aunque me gusta leer libros físicos, revistas o diarios, no estoy suscrito a ninguna. – Alex.
Tengo una relación muy nostálgica con lo impreso. En su mayoría consumo todas las noticias y medios desde mi celular todas las mañanas. Sin embargo, me sigue gustando la idea de leer largas piezas en impreso. Tengo una suscripción a Vogue y otras revistas impresas que me llegan todos los meses y realmente lo disfruto. Otra vez, pienso que tengo un gran sentimiento de nostalgia en esto. Me gusta ir pasando de página. Todavía prefiero leer los libros impresos antes que un e-book. Pero solo hago esto con revistas o libros convencionales. No compro diarios en papel. El único momento que los veo es en la escuela en clase de arte en donde lo usamos para diferentes proyectos. En vez de tirarlos, los dono o los uso para mis proyectos o para inspirarme. Además me gustan las revistas impresas porque aprecio las fotos en persona. Las pantallas me hacen doler los ojos así que tener un formato de papel, ayuda. -Maria.
Estuve leyendo diarios impresos y revistas desde que pude sostenerlos con mis manos y, he pasado por ellos aunque no podía leer. En mi casa en Antwerp, todas las mañanas había un exceso de diarios que esperaban ser leídos en la mesa del desayuno. Todavía amo lo impreso. En la ciudad de Nueva York paso siempre por la tienda de revistas y disfruto de ver todas las ediciones impresas, desde moda hasta diseño y noticias. Debo admitir que no compro ningún impreso. Vivo solo aquí y no tengo suscripciones, por lo tanto el 99% de mis lecturas son digitales. Para terminar esta pequeña sección de lo impreso, todavía amo comprar revistas en el aeropuerto, por ejemplo, como así leer en un avión o en mis vacaciones. – June.
Cuando pienso en todos los días de mi vida, me doy cuenta que lo impreso no es una parte preponderante de ella. Puedo leer un libro para la clase o en mi tiempo libre de vez en cuando, pero todas las noticias las leo por formatos digitales. Todas las mañanas me levanto y veo las noticias de Twitter o que está pasando en Instagram, en donde me conecto directamente con los webs de noticias con mucha más información sobre situaciones que las que leo en un post más pequeño en redes sociales. Mi día a día no conoce lo impreso, aunque aún creo que tiene un valor y es esencial en el presente.
No tengo una conexión personal con lo impreso que sea fuerte. Crecí con muchos diarios alrededor; mi abuela solía amar los cupones y leer los resultados de deportes. En mi casa de Baltimore, también usábamos el diario como papel para hacer dibujos. Cuando era más pequeña, podía quedarme un buen tiempo en el supermercado ojeando Teen Vogue o Seventeen Magazine, ahora accedo a todo digitalmente. Tengo suscripciones para publicaciones como el NYT, uno de los pocos diarios que leo, pero mis revistas favoritas son solamente digitales. Así que lo que más leo nunca fue impreso. Creo sin embargo que lo impreso es una necesidad de acceso. A pesar de estar en la era digital, algunas personas no pueden consumir las noticias online y dependen del impreso para saber qué pasa en el mundo. Más allá, el impreso no satisface a la audiencia de la generación Z. Como periodista, siempre quiero escribir publicaciones digitales. – Kaniya
A veces la tinta y el papel nos dan un sentido de comodidad, y uno de mis amigos me dijo que ama cómo se ven los libros apilados en sus estantes. Los libros son una parte de su diseño interior, el cual muestra personalidad. Desde la universidad he comprado varios libros por e-book porque son más baratos, menos pesados y amigables con el medio ambiente. Primero, había muchos textos accesibles online. Los estudiantes preferimos comprarlos para clases específicas, porque sabemos que nunca los leeremos en el futuro. Los e-books son una elección sabia para llevar de vacaciones o en el tren. El libro en papel y el e-book deberían coexistir, porque pueden compensarse el uno al otro. – Akane
Para mí los diarios impresos se sienten nostálgicos, desde su olor a tinta impresa al tacto del papel. Crecí viviendo con mis abuelos, por lo que una rutina típica a la mañana incluía una taza de chai, leer los diarios y discutir sobre los artículos más interesantes. Hay un confort en esta experiencia de empezar nuestros días rodeados de diarios impresos, en dónde todo, desde Bollywood, las caricaturas y las noticias más importantes todas en un mismo espacio físico. – Ahaanaa
Las versiones digitales en los medios suman un elemento excitante porque el potencial de incorporar elementos visuales y vividos compone a toda su estructura. El acceso a miles de títulos con un click también hace a la conveniencia de los factores cuando elegimos que leer y como hacerlo. Sin embargo, todavía, a veces, uso lo impreso para relajarme porque hace que tenga una serenidad como si estuviese desconectado. Las notificaciones siempre están interrumpiendo y expulsándote de lo que realmente queres leer. La conveniencia deviene de un costo real en el uso sensitivo del espacio. Sin ese momento de pausa, no hay chance de que tu rutina escape hacia una aventura. – Isabella
Cuando tenía cuatro años, iba a la tienda solamente para comprar revistas. No importaba la tienda, podía ser cualquiera. A ese punto no podía leer así que solo veía el diseño de la revista. A medida que fui creciendo, continué comprando revistas todas las veces que iba a la tienda. Después me introdujeron al diario impreso, y amaba la forma en la que podía obtener la información. Cuando internet se hizo popular, encontré mas fácil y mas accesible la forma de leer las noticias por Yahoo cuando empecé a usar el email. Todavía me encuentro a mí mismo fascinado por el diseño de las revistas y los diarios aunque no pague una suscripción ni preste demasiada atención al contenido, porque leo casi siempre mis noticias en forma digital.- Marlene
Lo impreso ha tenido una gran vuelta y repercusión a medida que he ido creciendo, después de consumir siempre contenidos digitales, extraño la sensación de estar estudiando, agarrar el libro físico y leerlo. Hoy en día, empecé a ir nuevamente a las tiendas de libros para elegir uno que leeré en las próximas semanas, siempre y cuando esté libre de tareas. Hay una situación mágica acerca del impreso que lo digital jamás podrá reemplazar. La textura del papel, la esencia única que tiene cada libro o diario nunca podrá ser reemplazado. – Alison.
Mis estudiantes de la Universidad de Columbia respondieron a la pregunta: ¿Qué relación tiene con los impresos? Las respuestas no fueron sorprendentes y confirman lo que intuí por mi enseñanza de once años a estudiantes de periodismo:
Y no, ni uno pagaría por una suscripción a un diario. La buena noticia sobre esto es: aunque ellos no crean en los términos de lo impreso, están abiertos a la elaboración de historias para el móvil y consumo digital. En algunos años, estos jóvenes estudiantes serán tal vez editores para dejar un legado que probablemente este centrado en la composición de historias para móviles.