Para final del 2024, estoy seguro que la mayoría de las organizaciones de medios habrán adoptado un nivel de estrategia para la creación del contenido y el mercadeo, que incluya en algún nivel a la Inteligencia Artificial.
Hemos recibido a la IA generativa en la escena en los últimos años, y hemos visto los primeros pasos tentativos dentro del marco en el que quiere instalarse. Tanto quienes publican como los que crean el contenido han experimentado y testeado para aprender con precaución. Este año que viene, la veremos que estará más coordinada para emerger entre las organizaciones que crean el contenido y tienen el poder de generar las herramientas IA y ponerlas a trabajar.
De forma rápida, ganará en la transición de concepto hacia el eje central: la publicación. En este rol, será crítico no solo tener creación de contenido y diseño sino también avisos. Quienes publican sumarán y reconocerán a la IA como indispensable para un trabajo eficiente e innovador.
Como resultado veremos que las organizaciones de medios aumentarán su experimentación en como usar estas herramientas. Con algunas guias para su uso y una regulación que preste especial atención a los problemas éticos que tienen por objetivo mantener los estándares profesionales. El entrenamiento tendrá una vital importancia, mientras todos los participantes se dan cuenta que es vital tener los conocimientos en IA para equiparar sus habilidades con las del bot. Mientras la IA se vuelve cada vez más común en nuestra cotidianeidad, se volverá aún más común en las redacciones que necesitan envolver sus programas e integrarlos a los efectos de la IA. Este aprendizaje dual, (herramienta – tecnología) puede maximizar las sinergías y generar una danza entre el humano y el robot.
Una ventaja que tendrán quienes publican es que la habilidad para reducir costos y aumentar la producción y el tiempo del proceso se expandirá. Con la automatización de las tareas, la IA será la herramienta que más rápido creará contenido, pero también la que más rapido lo distribuirá. La competencia en el conglomerado de medios naturalmente aumentará también. Entonces, la IA se volverá un fenómeno global (si es que ya no lo es), pero con el agregado de las redacciones que adoptan su tecnología. La adopción de este método seguramente llevará a que los estándares de la industria mejoren, como también sus prácticas dentro de las operaciones de medios, y también a su consistencia multiplataforma.
Espero que al final del próximo año casi todas las organizaciones de medios adopten algún nivel de estrategia para la implementación de la IA. Anuncios, mercadeo y creación de contenido. Espero también que los problemas con los derechos de autor en el contenido hayan progresado hacia una resolución que allane el camino para un uso masificado de la IA.
Los periodistas deben seguir siendo curiosos acerca de la IA y no usarlo como un mero asistente que resuelva las tareas de recolección de data o tormentas de ideas. Esta danza que ya he mencionado entre el humano y el robot hará que las redacciones tomen ritmo, mientras la audiencia ya ha hecho gran parte de su trabajo por la cual entienden y utilizan el rol de la IA en la creación de contenido o en la corrección. Los miedos acerca de como la IA disminuirá el trabajo de los periodistas son especulaciones que no responden a la realidad actual de nuestro presente en dónde el humano es quien está capacitado para proveer pensamientos profundos y reflexivos que vienen de la experiencia. El humano puede ofrecer contexto, interpretación y un nivel de análisis que la IA, al menos hasta hoy, no ha podido equiparar. Las contribuciones entonces son de distinta índole. El humano periodista entonces tiene el prestigio de la calidad y de la confianza y profundidad de su análisis comparativo, inmerso en un sistema que fue creado por humanos y para humanos.