En el último tiempo hemos escuchado hablar mucho sobre el metaverso. Es casi una idea/concepto que se va creando a medida que lo vamos entendiendo. Hemos visto cómo los medios sociales se fueron convirtiendo en pilares importantes de la comunicación y de nuestra vida. Ahora han pasado a una nueva etapa de la realidad virtual para darle otra vuelta de tuerca a todo el concepto. En «El mundo del metaverso y los medios» hemos abordado esto aquí en este blog. Ahora bien, siempre es bueno hacerse algunas preguntas ¿Qué sucede por ejemplo con los medios tradicionales? ¿Podrán reconvertirse dentro de la realidad virtual?
La situación de los medios tradicionales
Nosotros como ciudadanos no somos ajenos al nuevo universo digital. Estamos tan inmersos en él que el hablar de realidad virtual no es una sorpresa. Así como los medios sociales han comenzado a virar hacia el metaverso, muchas grandes cadenas informativas en el mundo han comenzado a probar éste nueva forma de comunicarnos. Reuters, por ejemplo, ha comenzado a utilizar espacios informativos dentro del metaverso para informar sobre las últimas noticias tecnológicas, al igual que lo hace la BBC.
Sin embargo el futuro va siempre un paso por delante nuestro. Hoy no es descabellado pensar que dentro del universo digital un usuario podrá elegir entre una amplia gama de periódicos, comprarlo e inclusive leerlo. Esto quiere decir que la competencia ha comenzado a tener un espacio en la arena de la realidad virtual. La «realidad física» como parte de la virtualidad líquida. ¿Cuál será el concepto de verdad, veracidad o verosimilitud en ese nuevo espacio virtual?
The Economist, el pionero. Meta, en problemas.
Si hay un medio que ha experimentado esto de primera mano es The Economist con una corresponsalía directamente inmersa dentro del metaverso. En su web, además ofrecen una experiencia virtual de un día para que puedas entrar a vivir la experiencia completa. Permite navegar alrededor del campus y diseñar tu propio avatar, a modo de prueba.
¿Será posible informar a las personas por este tipo de canales o predominará la forma clásica? Meta, en contrapartida, no ha logrado catapultar internamente el éxito esperado. Tenía como objetivo llegar a 500.000 avatares activos mensuales para finales del corriente año pero la cifra actual a esta altura es inferior a 200.000, por lo que la actividad de la realidad virtual no ha crecido exponencialmente se preveía.
Si los usuarios ni siquiera se han abalanzado sobre este servicio en lo que respecta al ocio, ¿Será redituable tratar de informarlos dentro del mismo? The Wall Street Journal indica que inclusive, la mayoría de los usuarios ni siquiera volvió a entrar en su mundo virtual luego de un mes de uso. «Horizon Worlds (el metaverso de la propia compañía) está diseñado para ser una colección en expansión de espacios virtuales interactivos, o mundos, en donde los usuarios que aparecen como avatares pueden comprar, festejar y trabajar». Un mundo virtual creado para las relaciones interpersonales que no parece encontrarle la forma de captar la atención a grandes cantidades de audiencias.
Es innegable que existe una nueva forma de comunicarnos e, inclusive, una nueva forma de relacionarnos gracias a los medios sociales y a la transformación de estos. Sin embargo hoy la comunicación no es el tema central del metaverso, sino es una herramienta por la cual se trata de replicar una práctica social que ya está instalada en la sociedad. Primero tal vez sería prudente concentrarnos en el ocio y luego en la posibilidad de informar, porque la mayoría de los usuarios prefiere usar su tiempo libre en otras actividades y el metaverso, además, es una experiencia sensorial que permite abstraerse del mundo «real». Esa experiencia requiere de otros atributos para captar la atención de las audiencias, sobre todo de las más jóvenes.