GM Blog

13 de enero de 2016    Post #112
Redes de entre dichos

Confianza. Marcas. Redes sociales. Trampas y no tanto. Entre dichos superpuestos en la era de la comunicación multidireccional. Tiempos divididos entre la iracundia y el me gusta. Todo parece estar en discusión. Bajo la lupa. No está mal. Al contrario. Incluso hoy está en entre dicho la posibilidad de aportar a la inteligencia colectiva desde […]

Confianza. Marcas. Redes sociales. Trampas y no tanto. Entre dichos superpuestos en la era de la comunicación multidireccional. Tiempos divididos entre la iracundia y el me gusta.


Todo parece estar en discusión. Bajo la lupa. No está mal. Al contrario. Incluso hoy está en entre dicho la posibilidad de aportar a la inteligencia colectiva desde el cómodo sofá de la casa. Zygmount Bauman, crítico y preciso, sospecha que las redes sociales son una trampa. Parece tener razón (creo que algo/bastante de lo que describe tiene fundamento y hasta concuerdo en algunos conceptos) y según desde el lado en que se lo mire, Bauman puede ser más o menos certero. Pero, siempre hay un pero en estos tiempos veloces, desde algún lado de la red de redes alguien sospecha, y también con razón y fundamento, que aquel sociólogo y filósofo polaco está equivocado y repasa las ideas del adelantado y también sociólogo, en este caso el español Manuel Castells, sobre el cambio de paradigma comunicacional que es la expansión y masificación de internet. Y rescato un pensamiento nuclear (de núcleo, centro) “Internet es un instrumento que desarrolla pero no cambia los comportamientos, sino que los comportamientos se apropian de Internet y, por tanto, se amplifican y se potencian a partir de lo que son “  se puede bajar el pdf del artículo desde éste enlace). No es la red social la que pasa del me gusta al insulto iracundo. Somos nosotros. La intolerancia no es un producto de la era digital ni mucho menos una consecuencia de esta, ni de militancias delirantes (que las hay, las hay) o de exposiciones a mensajes sesgados y manipuladores (que los hay, los hay). La intolerancia siempre estuvo ahí. Perro rabioso desatado que ahora hicimos público y diluido en la red.

Tal vez o en todo caso lo novedoso es que la sociedad más informada y con el mayor acceso al conocimiento y la información de todos los tiempos, parece tener una capacidad inversamente proporcional para filtrar, entender o incluso razonar ante la avalancha de datos e información que ella misma genera en el diálogo infinito que se abrió con la red de redes. El todos para todos parece que se convirtió en un campo de batalla desde el sofá al click y , al mismo tiempo, en una ola de sentimientos predeterminados por agradar a todos. Amigos (los verdaderos y conocidos) que sabemos que jamás han escuchado ni un sólo tema de David Bowie, de repente ante la muerte del Duque blanco del rock, hacen pública su admiración copiando y pegando cuanta ocurrencia se publique en la red impregnándose del culto al rock vanguardista. Humano, demasiado humano.

Y en el medio y mientras tanto, las marcas quedan a la intemperie del humor público. Sin más opción que subirse a la ola de lo social y someterse (en todo el sentido de la palabra) a los dictados de esta nueva dimensión de la era de la comunicación multidireccional.  Y esta dimensión se convierte en un océano embravecido ante la más mínima reacción de los usuarios cuando una empresa comete un error. Un profesional de la comunicación tiene un traspié y las redes lo convierten en un huracán de dimensiones imprevisibles con un impacto neto negativo sobre la marca, su imagen y su valor, incluido el de mercado.

Y en este contexto las redes sociales parecen ser el lugar donde hay que ganar la confianza del ciudadano/usuario/consumidor y en donde, por ende, se termina de edificar una marca. Más aún cuando la publicidad parece morir, si es que ya no está muerta. y la confianza esta en entredicho dado la cada vez más indisimulable pérdida de privacidad gracias a dispositivos que registran todo nuestros pasos al milímetro. Tal vez la trampa no sean sólo las redes sociales, como nos alerta Bauman.


::: Fuentes

1.] Zygmunt Bauman: “Las redes sociales son una trampa” cultura.elpais.com 

2.] ¿Y si Zygmunt Bauman estuviera equivocado? 20000lenguas.com

3.] Sin confianza NO eres una marca linkedin.com/pulse 

4.] Fernando Vega Olmos: «La publicidad murió porque la matamos todos los días lanacion.com.ar


::: Otras voces para seguir leyendo

1.] Al Jazeera America is closing because ‘our business model is simply not sustainable…’ poynter.org

2.] Cómo es que Apple le está dando mala fama al diseño lanacion.com.ar

3.] Portadas homenaje a David Bowie tintaypixel.mx

4.] Tributes to David Bowie garciamedia.com


::: En destaque: Chunk, la tipografía gratuita para titulares con regusto a western graffica.info


Deja una respuesta

GM Blog