Este articulo de Mario García es una traducción del original, en inglés.
Me encontré con publicaciones muy interesantes esta mañana en mi casilla de correo. Son interesantes y creo que merecen una atención detallada:
Entonces, ¿qué tienen en común Long Read y la IA? No mucho, a menos que lo veamos como una tendencia en cómo la audiencia produce, prefiere y consume el contenido. Nadie cuestiona el impacto de la Inteligencia Artificial en la creación del contenido. Tampoco nadie puede pararlo. Y todos tenemos una opinión sobre la IA.
Long Read es una historia diferente. Mientras visito redacciones alrededor del planeta, parece obvio que el departamento de mercadeo de muchas de éstas casas editoriales, tienen como premisa la creación de historias cortas, con sumarios provistos para el caso. Es un buen consejo, pero les recuerdo a los periodistas en mis workshops que en la era móvil observamos dos tipos de comportamientos: los que empiezan el día leyendo en una edición en una plataforma y terminan el día leyendo en otra plataforma (lean forward, and lean back). Esto ha sucedido de forma constante en los últimos años. Nos inclinamos para entrar en nuestros dispositivos móviles, para conseguir información rápida durante el día, pero también elegimos cuales son las historia que queremos leer y dejamos para hacerlo en otro momento, cuando el tiempo lo permite.
Por eso no me sorprende que la revista de The Guardian se esté aventurando en este mundo. Está respondiendo al deseo de la audiencia de leer un análisis más profundo y que sirva de inmersión para esas historias que necesitan analizarse más allá de los aspectos claves y que sin embargo siempre serán importantes.
Joshua Benton, del Laboratorio Nieman de Harvard escribió una pieza para Long Read, con un título que debe agradar a todos los que creen en el impresos: Time is a flat circle, print edition: The Guardian has brought its Long Read franchise back to actual paper (El tiempo es un círculo plano, edición impresa: The Guardian ha vuelto a editar Long Read en papel). «Ahora que se encuentra en un terreno financiero más firme, el periódico del Reino Unido parece más consciente de sus puntos fuertes y de los puntos fuertes del medio impreso».
Long Read es una revista de cien páginas que se dedica en mayor parte al periodismo. Contiene diez de las mejores piezas del año pasado y además estará a la venta el 11 de noviembre. La revista de The Guardian incluye además lecturas largas, noticias del mundo y nota de opinión. Tiene historias clásicas del storytelling tradicional. Postea a su vez en SoundCloud las versiones de audio, tanto para el online como para el impreso. Esto es lo que tiene que decir el editor de The Guardian, Chris Clarke acerca del nuevo producto: «Sabemos que muchas personas, incluída yo, tienen lecturas inmersivas que sin la distracción del teléfono móvil, los emails o las noticiaciones continúan siendo la experiencia más satisfactoria. Esta debe ser festejada y consumida a pesar de la saturación común de nuestros tiempos».
La primera tapa tiene un tratamiento tipo «type attack». No tiene visuales pero aún así tiene aspectos clásicos que la hacen atractiva. La elección de la fuente es una reconstrucción de una ya utilizada anteriormente por The Guardian, llamada Mercury, que provee una separación visual entre la revista y la publicación del día a día. Para leer más acerca de la revista acceder a este link.
El diseño de Long Read es elegante y te invita a leerla. Con un amplio uso de blancos para seducir a los lectores a leer historias con textos largos. Me gusta la naturaleza de juego que proponen con diferenciales de apertura (ninguna se parece) y esta es la que capitaliza para que el título suene resonante para los lectores:
Para los lectores de The New Yorker las caricaturas y el humor son parte de las experiencia de lectura. Esta tapa no decepciona. Usa una ilustración que cuenta una historia visual y rápida que invita al lector a inmiscuirse en una edición especial dedicada a la IA.
The New Yorker es una pieza que muestra perfiles profundos como el de Geoffrey Hinton, científico que es llamado «El padrino de la IA». Escrita por Joshua Rothman, esta es una entrevista que tiene como lugar la casa de Mr. Hinton en su isla privada de Ontario, Canada. Cualquiera que sea curioso acerca de esto sabe que su inmersión en el mundo de IA y sus recientes comentarios acerca de su amenaza, sabe que debe leerlo desde los aspectos científicos de la IA y teniendo en cuenta algunos aspectos de su vida. Su mujer murió a los cuarenta y seis años y ha criado a dos chicos solo mientras hacía su trabajo en el laboratorio de experimentación con redes neuronales. Son sus años de investigación los que conducen a la IA y los que le dan relevancia a sus últimas declaraciones sobre la “amenaza existencial” que la tecnología podría representar para la especie humana. Si empiezas a utilizar la IA para tu trabajo como creador de contenido, es importante tomar estas notas publicadas en The New Yorker, en especial aquellos que entrenan en ingeniería promt. Algunas son:
Hay que desandar la información hasta encontrar su esencia. Los periodistas deben verse entusiasmados a hacer esto con sus prompts hasta los elementos más críticos. Esto significa evitar indicaciones demasiado detalladas o vagas y reemplazarlas por unas claras y concisas que respondan preguntas o instrucciones específicas. Esta claridad ayudará a la IA en lo que necesita sin contenidos irrelevantes.
«Hinton está convencido de que no hay una realidad sensible en la cual las redes neuronales sean capaces de tener sentimientos. Creo que los sentimientos son declaraciones contrafácticas sobre lo que habría causado una acción. Digamos que quiero golpear a alguien en la nariz. Lo que esto significa es que no tengo inhibiciones sociales, sino me frenaría. Pero no lo hago. Entonces cuando digo «me siento enojado», es una abreviación que en realidad dice «Me siento capaz de llevar adelante un acto agresivo». Los sentimientos son solo formas de hablar que se terminan inclinando hacia la acción.»
«Hay dos formas de aproximarse a la IA. Negación y estoicismo. Todos tienen una primera reacción a la IA que es «debemos frenar esto». «Pero no podemos estar en esa negación», dice. «Tenemos que ver la realidad y pensar en cuan malo puede ser esto para la humanidad».
En mi punto de vista, los creadores de contenidos son educadores porque es una tarea del presente. Podemos ver los beneficios de la IA y su ayuda para las tareas cotidianas que nos consumen tiempo pero siempre tenemos que tener en cuenta que hay una danza que implica tanto humanos como robots. El optimismo mio parte de que creo que la IA contribuirá a la humanidad y que nos embarcará en un nuevo viaje.
«La IA sirve mucho. Tiene mucho potencial para hacer el bien, como por ejemplo en el campo de la medicina, pero también le puede dar una ventaja a un país que quiere usar armas autónomas y destructivas.»