GM Blog

5 de marzo de 2010    Post #1021
Mundo visual

Las imágenes hablan y se repiten. Las imégenes saturan, conmueven. También se hacen invisibles en la publicación al infinito. Selección, edición y después a la portada. La objetividad inexistente. Un mito menos. A los amigos de las leras tal vez no les guste esta entrada, o si, quién sabe. Después de todo el no poder […]

Las imágenes hablan y se repiten. Las imégenes saturan, conmueven. También se hacen invisibles en la publicación al infinito. Selección, edición y después a la portada. La objetividad inexistente. Un mito menos.


A los amigos de las leras tal vez no les guste esta entrada, o si, quién sabe. Después de todo el no poder conformar a todos no es un límite de nada y menos en una bitácora que es una experiencia personal, por más que en este caso tenga el logo de García Media poor ahí arriba. Las imégenes en los medios, sean impresos o no, trascienden muchas veces por el valor simbólico que tienen.

La diseñadora gráfica y docente María Gabriela García me comentaba en Facebook que los medios legitiman o no aquello que publican o no publican. Un concepto no muy alejado de la realidad. Aunque, y agregó de mi parte, la mediación tradicional con la irrupción de las redes sociales y el nuevo mapa de medios, queda, al menos, borroneada. Hay otras dimensiones en que la imagen mediatizada puede darle significado a un concepto, por ejemplo, la imagen de un país puede ser traspolada más allá de una frontera o incluso reafirmarla en base a los valores que tengan ese medio y los lectores que se identifican con esa forma de ver el mundo.

En todo caso la honestidad intelectual es lo que debería pesar en la decisión final de una selección de lo que es o no es noticia. Después de todo nadie se baña en agua bendita y defender una idea de país es válida y necesaria, mientras no legitime el exterminio de cualquier colectivo de personas sea religioso, étnico, sexual o de la índole. No creo, ni creeré nunca en la sacrosanta objetividad que se intenta defender como resguardo de abstracciones que supuestos elitísmos de voz engolada nos intentan hacer pasar como gato, cuando en realidad es liebre. Sí creo y defiendo, la mirada honesta y bien fundamentada que pueda tener un editor sobre la denominada realidad y esto siempre es subjetivo, le guste o no a la fuente e incluso el lector. Después de todo en una selección hay una inevitable exclusión.

Gestos nada más


Raro, igual que un beso en blanco y negro


La imagen de la imagen


La hispanidad a tope


Fuentes:

La objetividad periodística, un mito persistente

BBC: Adiós a la objetividad periodística

La objetividad en tiempos del periodismo ciudadan

El mito de la objetividad periodística

Objetividad en el periodismo

La objetividad periodística de TIME excluye a Bush como una de las 100 personas más influyentes del mundo


 

Deja una respuesta

GM Blog