De la mano de la revolución tecnológica, el diseño creativo ha visto como su mercado se expande de manera constante por América Latina. Así lo muestra un estudio realizado por Grand View Research en el que se proyecta un crecimiento solo para la actividad de un 10,5% entre el 2021 y el 2028, como así también un aumento en la facturación de aproximadamente unos 305 mil millones de dólares.
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Experiencias, ejemplos y el Big Data
Juan Cremasci, fundador de Cresci, explica que «nuestra responsabilidad como diseñadores de universos, es poder empatizar cada vez más con las personas, creando experiencias eficientes, emocionantes y memorables». En síntesis, entender a las personas para poder identificar el mensaje que las atraiga. Un arte con mucho de oficio aún en estos tiempos tecnológicos. Estar preparado para los constantes cambios de paradigma que se suceden con vértigo en nuestra sociedad hiperconectada. Éste es el escenario en el que se mueven hoy tanto la comunicación como el diseño.
Además, los datos se han convertido en la moneda de cambio en la era digital. Al aprovechar las facilidades de éste tipo de herramientas, los diseñadores pueden diseñar en base a información más real, concreta y hasta bien estructurada. Con la premisa del usuario en el centro de los desarrollos, la era digital ha impactado en gran parte del campo del diseño gracias a la recopilación de datos. Mejorar las experiencias a través de ellos revoluciona en consecuencia tanto la pieza final del diseño como el uso y la interacción del contenido.
Datos y diseño de experiencia
¿Será que la nueva era permite un acercamiento más directo con los consumidores, usuarios y ciudadanos? ¿Habremos evolucionado a tal punto que la experiencia, el desarrollo de datos y el diseño asociado permite un posicionamiento más eficiente de una marca por ejemplo? ¿Aumenta la credibilidad de una empresa o del creador de contenidos solo por la calidad en el diseño? Según un estudio realizado por Adobe, el 59% de las personas encuestadas afirmó que la calidad del diseño gráfico es un factor clave para determinar la credibilidad de una empresa.
En la era de los datos, todo se puede medir. Incluso podemos afirmar que si no se mide o si no tenemos datos concretos, será puro esoterismo más que un desarrollo de diseño de experiencia de usuario. Desde la satisfacción al navegar por un sitio, hasta la intención de compra por producto en una tienda en línea o las interacciones que ha tenido ese usuario en la totalidad de los elementos de nuestra página. Todo se puede medir, evaluar y volver a proponer una mejor experiencia. Los datos no son ni un límite, ni el santo grial a seguir sin miramientos, sino que por el contrario son una herramienta para tomar decisiones para por ejemplo, desarrollar una mejora continua en una edición digital.