Las historias hoy se cuentan de forma diferente. Nuevas tecnologías, aplicaciones, teléfonos móviles y dispositivos han alimentado una nueva forma de contarlas. En el medio de este contexto las ediciones en papel no han muerto y están en una fase de transición profunda y amplia dejando lugar a otro tipo de abordaje informativo y periodístico. Sin embargo, son las narrativas digitales quienes están en pleno auge y su éxito y aceptación de parte de las audiencias se debe, en gran parte, a que captan el contexto actual de conexión con el mundo informativo dinámico y cambiante. En las entradas de este blog «El arte de narrar historias que conectan personas» y «El auge de las lecturas gracias a los medios sociales«, hemos abordado este tema.
Un buen ejemplo de estas nuevas formas de narrativas que no están exentas de una construcción informativa y periodística es 22 motivos para salvar el 2022, desarrollada por elpais.com en formato web storie.
Las narrativas digitales en el centro de la tormenta
Con la combinación de distintos elementos y características digitales, contar historias en formatos digitales llegó para quedarse. Sin embargo, una forma un tanto reciclada de contar historias ha vuelto a vivir, el podcast, que logra dotar a los relatos de una voz única que cuenta la historia de modo íntimo y directo. El hecho de poder sentarse en la comodidad del hogar a escuchar el contenido, (a veces hasta haciendo otro tipo de actividad) es un arte que ha resurgido. Las razones son varias, aunque un pantallazo de Mark Escrig, Senior Planner para la Agencia Rushmore lo explica perfecto: «El descubrimiento del efecto de relajación que produce la escucha, y también la posibilidad de combinar el seguimiento del programa con otras actividades ha sido poderoso”. Los datos publicados en producthackers.com son contundentes.
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Nuevas herramientas, nuevos lenguajes y posibilidades y, en este contexto, a veces es mejor contemplar varias opciones posibles para desarrollar una narrativa de calidad. Ampliar las posibilidades del contenido trae como resultado un mayor alcance. El sitio informativo Vox, con una gran combinación de newsletter, podcast, contenido escrito y contenido en video hace un diferencial importante. Incluso la incorporación de un podcast explicativo de los temas más importantes del día le dan la posiblidad al usuario de tener otra textura informativa.
Otra de las claves de Vox,, está en la corta duración de los videos, que llaman la atención con un mensaje concreto a una audiencia previamente estudiada.
Los usuarios, siempre incluídos
FedEx ,la empresa de logística internacional, también puede contar una historia. El hecho de entregar paquetes a un país en cualquier parte del mundo le ha dado un posicionamiento como marca sólida y permanente. Ahora bien, ¿en dónde está el diferencial de su estrategia? Las historias en el siglo XXI son historias compartidas, en donde los propios usuarios son una parte fundamental de la comunicación y que muchas veces son poco conocidos, como este usuario que agradece en el canal oficial de Fedex en Instagram a todos aquellos que le entregan sus paquetes a diario (y no solo a los de Fedex) regalándole un pequeño refrigerio para que siga con sus entregas.
No es lo mismo escuchar que leer, como así tampoco es lo mismo escuchar que ver. Las nuevas narrativas en el siglo XXI han reformado las características principales de nuestras historias. En la era del «compartir» y de la valoración del «me gusta» se abren nuevas posibilidades cuando el acento se pone en el ser humano, en la relación entre personas dándole, de paso, un uso más amplio a los medios sociales al crear comunidades o vínculos que trascienden a la marca.