The Independent anunció el cierre de su edición impresa y su focalización en las ediciones digitales. Duro golpe para aprender de una crisis que abre oportrunidades.
A veces pasan estas cosas. El diario británico The Independent fue unos de los diarios impresos que no logró subirse en el momento justo a la era digital cuando toda la revolución de la red de redes despuntaba a principios de este siglo. Años después lo paga cerrando su edición impresa y enfocando todo su esfuerzo editorial en la edición digital que alcanzó el nada despreciable número de 70 millones de usuarios únicos mensuales. Dura lección. Demasiado dura también para todos aquellos que aún reconocemos en los diarios impresos un valor informativo vital. Pero estos tiempos son voraces, impredecibles e The Independent en su edición papel no saldrá más a partir de finales de Marzo de 2016. Una voz menos en la calle que seguirá vigente por los medios electrónicos. No había demasiadas opciones: o se encaraba el futuro con base en lo digital o se administraba la dura y previsible agonía de la edición impresa. Palabras más, palabras menos de Evgeny Lebedev, máximo responsable de la empresa editora y de comunicar la decisión a la redacción en una carta. Con apenas 30 años de vida editorial The Independent es la primera cabecera y marca de reconocido prestigio internacional que decide dar éste paso trascendental en el mundo editorial y que puede marcar un largo camino que transitarán, si es que ya no lo están haciendo, grandes marcas de la industria de medios.
Los diarios impresos británicos perdieron la tercera parte de los ingresos publicitarios desde el 2010 a la fecha. The Independent no escapó a ese descenso de ventas y lectoría. De 400.000 ejemplares vendidos, pasó a 57.000 de lunes a sábado. Mortal para un diario de alta calidad, idealismo y excelente periodismo como lo es, mientras dure, The Independent. Ni la tan anunciada, festejada y de todos modos acertada revolución de los tabloides ingleses, detuvo, en la mayoría de los casos, la sangría de lectores e ingresos publicitarios. La prensa británica en general y sumando todos los diarios del país, edita cada día 7 millones de ejemplares impresos promedio. Hace diez años eran 13 millones. Y este descenso puede explicarse de muchas maneras. Ni el éxito ni el fracaso de una publicación pueden justificarse por una sola variable sino por una sumatoria de cosas donde tal vez la más destacada sea que en realidad un diario en papel hoy no sea necesario como afirma el periodista Paul Steiger.El cambio de paradigma empezó tal vez con una pregunta que para los editores inteligentes siempre fue una preocupación importante: ¿Por qué debe el lector comprar este diario? Hoy cobra una trascendencia meridiana para estar atentos a darle respuesta y ampliarla a los medios electrónicos.
La empresa editora del diario The Independent también edita y distribuye en Londres un diario gratuito de 290.000 ejemplares, Evening Standard, y que es todavía rentable. Los números mandan sin piedad. The Independent fue victima de los números que siguen golpeando duro a la industria de medios en general en todo el mundo. Desde 2001 por ejemplo el descenso en circulación e ingresos publicitarios de los diarios en España no ha tenido descanso mientras que esos mismos diarios en sus plataformas digitales lograron el record de tener 19.000.000 millones de lectores diarios en el 2015. La transición de lo impreso a lo digital comenzó y llegó hace rato. La tasa de conversión de lectores de impreso por usuarios digitales y de visitas por suscriptores digitales crece año a año a fuego lento. Al igual que el consumo de información y contenidos digitales. Por ejemplo, según el IAB México el consumo de medios digitales supera al de diarios impresos donde el 53% de los ejecutivos mexicanos lee noticias en línea; el 85% revisa redes sociales mientras ve la televisión; 97% tiene Facebook, y 91% dice prestar atención a la publicidad online. Aunque esta evolución no siempre está acompañada por la abundancia de ingresos para sostenerse, no se visualiza, por ahora, otra alternativa viable para tener de referencia. Siguiendo el signo de estos tiempos de incertidumbre, The New York Times sabe que la adaptación parece ser la opción más rentable a futuro. Sobre todo cuando el tráfico digital del sitio nytimes.com creció 28% en el último año y la audiencia en teléfonos móviles más del 50%.
Fuente: TheMediaBriefing.com | @mediabrief
Es un momento de confusión y de modelos para armar. Nada está escrito para siempre y lo único concreto y certero es el cambio. En el Reino Unido el periódico The Sun vende todos los días 1,8 millones de ejemplares impresos pero en la edición digital logró captar apenas y hasta el momento 225.000 suscriptores digitales. El sitio del diario económico Financial Times es rentable gracias a la suscripción online, el diario The Guardian navega rozando el equilibrio en sus números en la edición digital e impresa. La exitosa revista The Economist es un modelo de referencia poco aplicable a todos los mercados o sólo a Reino Unido. Si medimos las audiencias de las ediciones digitales de los diarios del otro lado del Atlántico, en EE UU se pasó, en promedio, de 146 millones de usuarios únicos en enero de 2014 a 173 millones en el mismo mes del 2015 según la Newspaper Association of America.
Datos que acercan a nuestros días el horizonte digital tan temido mientras se crea un huracán o tormenta perfecta con la mezcla inevitable de fuga de publicidad, alto costo del papel, cambios en los hábitos de consumo de información de las nuevas generaciones y de las que vendrán, cada vez más afines a las pantallas táctiles de todo dispositivo móvil y al mismo tiempo, lectores que envejecen, que se reducen en número y allí comienza, otra vez, la anterior seguidilla descriptiva. Tal vez entre la confusión de los tiempos y la tormenta perfecta se nos fue la edición impresa del diario inglés The Independent que seguirá en digital. Si es así, larga vida al buen periodismo, por que al final de cuentas, no importa el soporte, sí, la buena información.