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5 de marzo de 2020    Post #3101
La mirada vertical

La masificación de los teléfonos celulares nos va dejando, entre el hábito cultural y la propia dimensión del dispositivo, la narración de historias en formato vertical / lineal. Ahora el cine se atreve a experimentar con un película adaptada al formato vertical.

Tal vez impulsado por Sanpchat, las historias de Instagram y el reciente y hasta ahora indetenible auge de Tik Tok y sobre todo con la posibilidad que abrió internet como una nueva forma de distribuir contenidos en formatos audiovisuales, el formato de vídeo vertical se abrió paso entre las preferencias de las audiencias. Tanto que con un presupuesto de 10 millones de dólares, Tim Bekmambetov – director de origen ruso de las películas Abraham Lincoln, Ben Hur, Se Busca entre otras- filmará y editará la 1era. película 100% en formato vertical para ser vista en teléfonos celulares. V2. Escape from hell se centrará en una historia de la Segunda Guerra Mundial, protagonizada por Pavel Priluchnny y se estrenará a principios de 2021. Ya se han filmado películas con teléfonos celulares (ver aquí y aquí), la novedad en este caso es que V2. Escape from hell será la primera que se filmará en formato vertical para teléfonos móviles al igual que se hicieron en su momento y se hacen, películas adaptadas a los formatos de los televisores. Aunque ya la industria de producción de todo tipo de pantallas anunció el desarrollo de pantallas verticales para televisores.

El cambio permanente desafía los límites y nos abre oportunidades que hoy pueden verse, en el origen, como una posibilidad, una opción que luego las audiencias, los cambios y evolución de la teconlogía y su posterior aceptación, marcarán hasta donde pueden llegar como caminos narrativos y abrir nuevas perspectivas visuales. Desde que el teléfono móvil se ha impuesto como el dispositivo más usado por las audiencias en su consumo cotidiano de todo tipo contenidos (para lo bueno y para lo malo), el formato vertical es el marco natural en donde el dedo y el ojo humano recorren y descubren historias mientras se desplazan por la pantalla del móvil. Para ponerlo en números según la GSMA la asociación de operadores de telecomunicaciones que organiza el MWC de Barcelona (este 2020 suspendida por el coronavirus) en el 2018, el 67% de la población mundial, 5.100 millones de personas (es decir dos tercios de la humanidad) tenían, en el 2018, una línea de teléfono móvil. A fines de 2020 y con los datos acumulados del 2019, todo indica que habrá aumentado esa cantidad.

» La red de redes evoluciona con cambios que la mayoría de las veces son sutiles. Es una relación «invisible» entre adelantos tecnológicos que llevan a nuevas formas de consumo de información y que en este contexto provoca un nuevo cambio tecnológico»

La verticalidad de las historias

Sería aventurado intentar saber qué nos deparará luego que V2. Escape from hell se proyecte en nuestras pantalla de celulares pero, más allá de lo que ocurra, será sin dudas un hito histórico que dejará marcada un nueva posibilidad narrativa, una nueva opción creativa de contar una historia y que, al estar en la pantalla de nuestro móvil, la interacción con otros «moviléfilos» vía WhatsApp, Telegram o similares abre toda una experiencia de interacción al mismo tiempo que de interrupción. Mario García reafirma la importancia de este hito histórico con un muy post (en inglés) en donde deja en claro la importancia del diseño en teléfonos celulares. A preparar los pochoclos (palomitas de maíz).

La poesía vertical

El poeta argentino Roberto Juarroz jugaba con las palabras mientras creaba imágenes que unían poemas con el hilo invisible y evidente de lo vertical, dándole a las palabras una voz potente mientras creaba otra visión de las cosas y que, leídas en presente, hacen que aquel hilo sea indestructible en su invisibilidad.

Undésima poesía vertical

Las palabras no son talismanes.
Pero cualquier cosa puede
transmutarse en poesía
si la toca la palabra indicada.

No es asunto de magia ni de alquimia.
Se trata de pensar de otro modo las cosas,
palparlas de otro modo,
abandonar las palabras que las usan
y acudir a las palabras que las cantan,
las palabras que las levantan en el viento
como clavos ardiendo en el asombro.

Estacas convertidas en estrellas,
zapatos para calzar crucifixiones,
cegueras abiertas en la espalda del día,
visiones reservadas para volver a despertar,
ternuras que se postergan para salvar el amor.

Se trata solamente de crear otra voz:
la voz ausente adentro de las cosas.


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