Pinturas rupestres, Cueva de Altamira (España). La primera historia contada de forma gráfica.
El diseño, debido a su transversalidad y a su carácter multidisciplinario, es una herramienta importantísima para crear valor agregado en la comunicación, en un producto y en en el desarrollo económico de una sociedad. Pero al mismo tiempo tal vez esta no sea la característica más relevante, sino por el contrario, sí lo sea la característica subyacente o invisible que el diseño tiene y que es la posibilidad del aprendizaje constante y abierto. Su posibilidad de «proyectualidad». Su constante mirada hacia el proceso futuro. Esta dinámica lo aleja, podríamos decir que por definición, de todo compartimiento estanco. Si en algún punto se pretende asumir que ya se sabe todo o se ha abarcado todo el conocimiento sobre el diseño, y suponiendo que pueda existir tal posibilidad, lo único que se obtendría es un conocimiento que se aplicaría, en el mejor de los casos, a un mundo que ya no existe.
Los cambios tecnológicos y su cada vez más intrínseca relación con el diseño potencian esa posibilidad de evolución permanente, de capacidad de reinvención y adaptación constante. Diseño y tecnología: una dualidad cada vez más inseparable en el desarrollo de proyectos para encontrar la mejor solución entre las necesidades del usuario, las posibildiades tecnológicas y lo económicamente viable. La simplificación y abundancia extrema que propone la era digital nos puso ante el desafío de nuevas narrativas visuales, a contar historias de una manera que siempre tal vez habíamos soñado o deseado y que de un tiempo a esta parte son también aquella constante evolución del conocimiento del diseño aplicado a éste mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo. El muro que levantó la era digital entre el presente y el futuro de muchos productos y sus marcas le exigen al diseño mucho más que antes en este contexto de mercado competitivo. Marcus Engman, Director de diseño de la empresa sueca IKEA; lo plantea casi como una alternativa al mercadeo tradicional: «Si trabajas con el diseño y las comunicaciones de una manera correcta, ese será el mejor tipo de mercadeo». El diseño es también contar historias que apelen a la emoción, a la sorpresa, que conecten de manera directa y desde la empatía con las personas. Es una síntesis conceptual, simbólica, potente y muy efectiva.