Puede ser una pregunta retórica. Sesgada. Y puede ser que tenga un variopinto catálogo de respuestas interminables. Hasta puede ser que sea tan abierta en su formulación que no tenga respuesta. ¿O sí?
Allá por el año 2013 aparecía este vídeo en Japón y que ahora en medio de la caza global y virtual de Pokemones, puede ser visto hoy, en relación a aquél ayer, como un mensaje hacia el futuro pero que, tal vez, ahora nos damos cuenta de un mensaje profundo: no es un problema de soporte. Es un tema de contenido. Siempre lo fue. En el caso de un diario impreso su lectura tiene mucho de hábito cultural heredado de padres y abuelos. Vimos leer un diario a nuestros padres, leemos un diario. Ok, tal vez vez la realidad no sea tan conductista y condicionada, pero algo de esto hay en gran medida en quienes aún leemos diarios impresos. Es una mezcla entre buscar una visión propia del mundo y una herencia que se da en ese aprendizaje invisible que proporcionan las relaciones humanas más directas y determinantes. La solución que poponía/propone esta App japonesa de acercarle a los niños las noticias de los diarios impresos en su mismo entorno cultural/mediático, es más que interesante. ¿Qué tendría de malo si además es divertido para ellos, con o sin Pokemones?. Claro, esto obliga a extremar la calidad y no cometer errores imperdonables. Ya se sabe, los niños son muy preguntones y sí además están conectados a las redes sociales y a los dispositivos móviles de todo tipo, esos errores pueden ser fatales para los medios tradicionales si los subestiman y eso no se hace ni con los niños, ni con los lectores en general.