Hay muchas formas de encarar un proyecto de rediseño. Una es pensarlo como una evolución en el tiempo incorporándo los desafíos que la era de las multiplataformas van marcando a su paso y con miras siemrpe a futuro.
Un proyecto de rediseño puede iniciarse de muchas maneras. Tal vez sea común hacerlo desde lo visual. Desde el lugar de cómo uno piensa que debe ser un producto editorial para otros muchos que no concemos. Si bien puede ser inevitable y válido hacerlo así por la naturaleza intrínseca del diseño, es una forma un tanto opaca o difusa de hacerlo de esa manera. Otro de los caminos posibles es comenzar con hacerse algunas preguntas o tal vez una sola.
¿Sabemos, conocemos o nos informaron de cómo son, qué piensan, qué esperan o qué sienten los usuarios / lectores / audiencias sobre esto que estamos rediseñando?. Pregunta difícil de responder y al mismo tiempo, inevitable. Quedarse sólo en el reglón de un frío informe sobre la cantidad de usaurios únicos que tiene un sitio digital o la cantidad de suscriptores que tiene una publicación impresa, es mirar una molécula, ya de por sí pequeña, de un átomo más complejo y amplio.
Si ningún producto editorial no puede asignar su éxito a una sola de las variables (contenido/diseño/marca/distribución/precio) por ende es demasiado austero tomar un sólo y pequeño dato para empezar a rediseñar. Sobre todo por qué un usuario / lector es parte de un conjunto de esos otros muchos usuarios / lectores que tienen un variopinto comportamiento ante un mismo estímulo o producto. En un contexto en que el medio ambiente mediático cambia mientras cambia, las denominadas variables duras de las investigaciones de mercado tienen cada vez más un valor relativo y las otras variables más complejas de conocer tienen cada vez más relevancia.
En cualquier revista impresa saber y entender las variables percepctivas, emocionales (hasta aspiracionales) que llevan a una persona a elegir o no ese producto son el punto de partida que permiten iniciar un rediseño con insumos más adecuado, sobre todo cuando esa elección que hacen los lectores / usuarios está siempre en relación a otro competidor cercano o en comparación a otro que, si bien no es compratidor directo, está en el mismo segmento pero al mismo tiempo tiene una marca potente y de prestigio internacional. En este contexto proyectual de un rediseño, las tipografías , los colores y las maquetas vendrán después y en respuesta a definiciones de contenido que están en relación a contemplar esas variables detectadas en el mercado, sin perder de vista que, en tanto producto editorial, un medio es una oferta que termina modelando una demanda y no siempre al revés como en otros productos.
En estos días la exigencia para diseñar es doble. No sólo muchas veces hay que invertir el orden de las prioridades por las cuales se comienza a diseñar, sino que, además, hay que hacerlo para varias plataformas de contenidos al mismo tiempo, sin contar que además hay que evitar reprocesos en la elaboración del contenido.
La revista Estilo (Honduras) transitó desde su anterior rediseño este camino que se inició hace dos años atrás y que fue evolucionando hasta esta nueva estapa que desemboca en la integración de plataformas, nuevo diseño y la constante evolución de los contenidos que le permiten tener una oferta siempre variada y cambiante. En esta nueva versión 2015 de la revista Estilo se mantuvo el plan trazado en el 2013 (en el siguiente enlace se puede leer el caso de estudio en inglés ) con los siguientes puntos y que siguen vigentes en la nueva versión dos años después:
- Complementar contenidos con la edición digital donde se le dará prioridad a todos aquellos que no se pueden dar en la edición impresa por el limitaciones de soporte, audio y vídeo o de espacio.
- Priorizar que contenido es más adecuado, en cada caso, al tipo de soporte.
- La edición digital busca ampliar el rango y tipo de audiencias a captar con la nueva edición digital, sobre todo con las bitácoras temáticas que tendrá.
- El rediseño de la edición impresa de Estilo debe ser completamente sinérgico con la edición digital, tanto en contenidos como en el aspecto gráfico.
- La paleta de colores de ambas ediciones debe ser acotada y en función de una estética minimalista, simple, compacta y usándose en ambas ediciones la misma paleta.
En esta versión de 2015, se pensó en trabajar en los siguintes aspectos:
- Manteniendo las mismas tipografías utilizadas en la versión 2013 para la edición impresa se buscó que en esta nueva versión de 2015 la revista Estilo tenga más impacto visual, mejor navegación, niveles de edición más simples y poder tener la misma expresión tipográfica y experiencia de lectura e identidad de producto en todas las versiones digitales responsive. En este caso en las versiones digitales de 2015, se utilizaron las fuentes de Google Fonts: la serif Playfair y la sans serif, Oswald.
- La revista Estilo circulará además de Honduras en otros países de Centro América y por lo tanto se reenfocaron sus contenidos tanto a una franja de público más jóven como también a las nuevas demandas de un público nuevo y exigente de nuevos mercados.
[+] Acceda desde aquí a la versión digital de estilo.hn
::: Luz tipográfica
Formas. Contraformas. Arte. Tipos. ADN invisible de una de las tantas maneras de expresar y descubrír nuevas arístas de ese intento, ya casi eterno, de ensamblar el arte con uno de los elementos más nobles que tiene el diseño. La tipografía tiene aquel oficio que nos susurra en secreto que las reglas, luego de aprenderlas y trabajar con ellas, están para romperse. El diseñador gráfico y tipógrafo jordano Ali Almasri (aquí algunas de sus fuentes en My Fonts) propone un juego de esculturas tipográficas con vidrio y luces que dan movimiento a una especie de ADN tal vez imaginario, tal vez real, de la dimensión oculta de las fuentes. Inspirador y memorable.
Fuente: blog.iws.com.ve